~ Eric Tarsem - Director ~

Nombre: Eric F. Tarsem

Sexo: Masculino

Edad: 40 años (aparente)

Rango: Director de circo

Apariencia: Ojos claros de penetrante mirada enmarcados en un rostro de facciones algo angulosas y poco perfiladas. Cabello oscuro que contrasta con una inusual palidez que trata de disimular en todo momento. Es alto, bien proporcionado, bastante atlético aunque no excesivamente musculado. A pesar de llevar años alejado de la profesión de acróbata aún se mantiene en buena forma para su edad.

Pasado: Fue en otro tiempo primera estrella del circo que ahora dirige, cuando apenas tenía 20 años. Su esposa, una jovencísima trapecista, murió en una actuación cuando ejecutaban el número más excitante y peligroso jamás antes visto bajo la carpa al caer desde una gran altura. Debido a un fallo desfortunado, Tarsem fue incapaz de recogerla tras realizar un salto, llegándole apenas a rozar los dedos y cruzar una última mirada mientras la muchacha se precipitaba al vacío. El recuerdo de esa tragedia le ha perseguido desde entonces, torturándole en sueños y enloqueciéndole poco a poco.

Personalidad: Es la constatación viviente del popular lema "el espectáculo debe continuar". Enérgico, vibrante, extrovertido y dotado de una infinita capacidad para transmitir al público la emoción y la magia del circo; ciertamente es necesario verle para comprender (o creer) hasta qué punto este hombre puede conseguir mantener en tensión a toda la grada durante un número y hacerles estallar en aplausos y vítores con apenas un simple gesto. No obstante, fuera de pista, el director Tarsem pasa por ser un hombre bastante flemático y particularmente rígido. Aunque no es del todo inflexible y ni siquiera se muestra serio en exceso -de hecho posee un peculiarísimo y afinadísimo sentido del humor y la ironía-, no permitiría nunca que alguno de sus trabajadores dejase de cumplir sus responsabilidades para con la compañía. Es justo, ecuánime y libre por completo de prejuicios irracionales; tanto, de hecho, que algunos consideran que es su propia antítesis cuando cuelga su uniforme de director para ser una persona "normal". Capaz de la más brillante sonrisa y de la gelidez más desalentadora, el antaño llamado "Increíble Tarsem" es un hombre en el que la luz y las tinieblas se dan cita para representar su particular teatro de sombras. Su única e irrenunciable debilidad es su protegida, Gabrielle, quien es fuente de todos sus dilemas internos. Aunque la trata como a una hija no puede evitar ver reflejada en ella el alma y el espíritu de su difunta esposa, teniendo en ocasiones que luchar contra sus propios sentimientos para protegerla de sí mismo y de su destino.