Nombre: Girard Karelt
Sexo: Masculino
Edad: 51 años
Rango: Ilusionista (mago e hiptonizador)
Apariencia: El ilustre señor Karelt pasa por ser un venerable anciano aún a pesar de tener sólo unos diez años más que el director Tarsem. Vestido siempre con una larga túnica negra con capucha el famoso mago oculta de este modo su cabello -o mejor dicho, sus incipientes canas-, sus brazos y piernas -extremadamente delgados-, y su rostro, de facciones aguileñas y toscamente recortadas que le dan un aire cuanto menos siniestro. Pero, sobre todo, si algún rasgo físico de este ilusionista merece ser destacado en un lugar preferente ésos son sus ojos, de un color carmín inquietante que son capaces -según dicen las habladurías- de plegar la voluntad de quien le mira a sus deseos. Camina encorvado la mayor parte del tiempo, alzando toda su impresionante planta cuando, ante el calor del público, despliega todo el esplendor de su magia.
Pasado: Al ser el decano de los trabajadores del circo nadie recuerda quién era o qué hacia el viejo Karelt antes de empezar a sacar conejos de su chistera bajo la carpa. La leyenda popular, que por cierto le atribuye varios siglos de edad, cuenta que fue instruido en una academia de artes arcanas por una secta infame llamada "Los Hijos del Diablo", quienes le confirieron la habilidad de someter a los mortales a través de la hipnosis; temor que aún sienten quienes menos le conocen. No obstante lo cierto es que el caballero Girard Karelt ha forjado su vida trabajando para el director Tarsem, quien le acogió en los primeros años de su andadura en solitario y puso todo su empeño en conseguir que su fama diese la vuelta al mundo. Ahora, son miles las personas que, semana tras semana, acuden a presenciar sus increíbles actuaciones capaces de dejar sin aliento al más escéptico.
Personalidad: Con respecto a este hombre cabe destacar dos dimensiones: la de quienes hablan de él y la de quienes le conocen realmente. Los primeros, como es ya bien sabido, le atribuyen mil y una fabulaciones a cuál más absurda; pero son éstos quienes han construido su ya inmortal leyenda. Por otro lado, empero, los pocos privilegiados que tienen la suerte de intimar con él descubren a un hombre sumamente interesante y de un gran temperamento y sensibilidad artística, que se ocupa en plasmar en sus impresionantes lienzos -tarea ésta en la que cuenta con la ayuda de la pequeña Kitsë... Cuando su amo rara vez se lo consiente-. A pesar de que no trata de alejar de sí a la gente sólo cuenta entre sus amigos al director Tarsem, en quien confía ciegamente, siendo esta relación recíproca al máximo. Si bien es cierto que se ve obligado a actuar como un ser misterioso y críptico, empleando una particular forma de hablar, de vestir y de caminar, nada place más a Karelt que una conversación agradable en un ambiente distendido. El único nubarrón que empaña su cielo es Scorzo, con quien ha tenido no pocos enfrentamientos debido a la intransigencia de éste al hecho de que el mago y la pequeña Kitsë traben amistad. En secreto, Karelt se siente orgulloso de ser el único capaz de sacar de sus casillas al hierático arlequín.
viernes, 19 de junio de 2009
~ Cornelius Sankar - Domador ~
Nombre: Cornelius H. Sankar III
Sexo: Masculino
Edad: 35 años
Rango: Domador
Apariencia: "Grande como una montaña y duro como el acero". Bien podrían ser esas, a priori, buenas palabras para describir a esta inmensa mole de puro músculo que incluso un oso pardo podría envidiar. Gigante como el ogro protagonista de un cuento, el siempre alegre Cornelius Sankar es, aunque podría no parecerlo a primera vista, un hombre muy preocupado por su aspecto. Cada mañana peina concienzudamente los apenas tres pelos que aún se distinguen en su inmensa calva, dejando para el final su mayor orgullo: un bigote espeso, negro y rizado en grandes espirales que sirve de marco inmejorable a su eterna sonrisa. Es el único miembro del circo que asume su papel tanto dentro como fuera de la pista, siempre vestido con su traje de pieles y acompañado en todo momento de su látigo de cuero y su tigresa favorita, Turquesa.
Pasado: Cornelius Sankar proviene de una excelsa tradición circense de domadores de bestias; toda una estirpe gloriosa de la que es el último representante. Entrenado por su padre, el archiconocido Cornelius H. Sankar II, como éste lo fue por su abuelo, Cornelius H. Sankar I "El Magnífico", la figura más vitoreada por los más jóvenes de la grada es una verdadera eminencia en todo cuanto a animales de todo tipo se refiere: capaz de dominar con el mismo aparente esfuerzo a una docena de pulgas como a una docena de elefantes. Como cabeza de la saga de los Sankar es su deber, jurado ante su padre en su lecho de muerte, perpetuar la historia de su apellido trayendo un nuevo "Cornelius" al mundo; cosa que le resulta más complicado de lo que alguna vez creyó. El director Tarsem removió cielo y tierra para persuadirle de unirse a su circo en su afán de reunir a los mejor artistas del mundo. Hasta el día de hoy Cornelius no ha dudado ni por un instante de que no podría estar en un lugar mejor.
Personalidad: Como cabía esperar de un Sankar se convierte en el señor absoluto de la pista cuando domina a sus fieras haciendo las delicias de grandes y pequeños. Pero, por contra, fuera de ella su confianza y seguridad en sí mismos menguan hasta hacer de él un ser tímido y apocado que apenas se atreve a mirar a nadie a los ojos. Esta circunstancia, por suerte para él, pasa desapercibida habida cuenta de que nadie se atreve siquiera a molestarle en lo más mínimo temerosos de una violenta reacción que nunca se ha producido pero de la que todos hablan; un rumor falso que le ha sido de gran ayuda durante los últimos años. Aunque por lo general trata de mostrarse tan abierto y dicharachero como en sus espectáculos, su incapaz para relacionarse se hace más patente cuando se trata de mantener algún contacto con el sexo femenino. Una simple mirada de unos ojos de mujer es suficiente para desarmarle por completo, lo que le hace sentirse tremendamente culpable al pensar que terminará por decepcionar las expectativas que su padre fijó en él al hacerle prometer que engendaría un heredero para el nombre de su linaje. No obstante está perdidamente enamorado de su ayudante, la joven Lisbeth, a quien es incapaz de dejar de adorar aún a pesar de su desconsiderada y cruel actitud hacia él. El romance que mantiene con Tristán es causa de gran dolor para Cornelius y también de rivalidad, aunque nunca ha tratado de cruzar una sola palabra con él.
Sexo: Masculino
Edad: 35 años
Rango: Domador
Apariencia: "Grande como una montaña y duro como el acero". Bien podrían ser esas, a priori, buenas palabras para describir a esta inmensa mole de puro músculo que incluso un oso pardo podría envidiar. Gigante como el ogro protagonista de un cuento, el siempre alegre Cornelius Sankar es, aunque podría no parecerlo a primera vista, un hombre muy preocupado por su aspecto. Cada mañana peina concienzudamente los apenas tres pelos que aún se distinguen en su inmensa calva, dejando para el final su mayor orgullo: un bigote espeso, negro y rizado en grandes espirales que sirve de marco inmejorable a su eterna sonrisa. Es el único miembro del circo que asume su papel tanto dentro como fuera de la pista, siempre vestido con su traje de pieles y acompañado en todo momento de su látigo de cuero y su tigresa favorita, Turquesa.
Pasado: Cornelius Sankar proviene de una excelsa tradición circense de domadores de bestias; toda una estirpe gloriosa de la que es el último representante. Entrenado por su padre, el archiconocido Cornelius H. Sankar II, como éste lo fue por su abuelo, Cornelius H. Sankar I "El Magnífico", la figura más vitoreada por los más jóvenes de la grada es una verdadera eminencia en todo cuanto a animales de todo tipo se refiere: capaz de dominar con el mismo aparente esfuerzo a una docena de pulgas como a una docena de elefantes. Como cabeza de la saga de los Sankar es su deber, jurado ante su padre en su lecho de muerte, perpetuar la historia de su apellido trayendo un nuevo "Cornelius" al mundo; cosa que le resulta más complicado de lo que alguna vez creyó. El director Tarsem removió cielo y tierra para persuadirle de unirse a su circo en su afán de reunir a los mejor artistas del mundo. Hasta el día de hoy Cornelius no ha dudado ni por un instante de que no podría estar en un lugar mejor.
Personalidad: Como cabía esperar de un Sankar se convierte en el señor absoluto de la pista cuando domina a sus fieras haciendo las delicias de grandes y pequeños. Pero, por contra, fuera de ella su confianza y seguridad en sí mismos menguan hasta hacer de él un ser tímido y apocado que apenas se atreve a mirar a nadie a los ojos. Esta circunstancia, por suerte para él, pasa desapercibida habida cuenta de que nadie se atreve siquiera a molestarle en lo más mínimo temerosos de una violenta reacción que nunca se ha producido pero de la que todos hablan; un rumor falso que le ha sido de gran ayuda durante los últimos años. Aunque por lo general trata de mostrarse tan abierto y dicharachero como en sus espectáculos, su incapaz para relacionarse se hace más patente cuando se trata de mantener algún contacto con el sexo femenino. Una simple mirada de unos ojos de mujer es suficiente para desarmarle por completo, lo que le hace sentirse tremendamente culpable al pensar que terminará por decepcionar las expectativas que su padre fijó en él al hacerle prometer que engendaría un heredero para el nombre de su linaje. No obstante está perdidamente enamorado de su ayudante, la joven Lisbeth, a quien es incapaz de dejar de adorar aún a pesar de su desconsiderada y cruel actitud hacia él. El romance que mantiene con Tristán es causa de gran dolor para Cornelius y también de rivalidad, aunque nunca ha tratado de cruzar una sola palabra con él.
~ Lisbeth - Ayudante del domador ~
Nombre: Anna Lisbeth Skarpios
Sexo: Femenino
Edad: 24 años
Rango: Ayudante del domador (antigua Segunda Estrella)
Apariencia: Lisbeth refleja en su aspecto externo cuando guarda en su interior. Su melena negra recortada en capas a la altura del mentón no es más que un gesto de rebeldía ante las imposiciones de los cánones de estética de su mundo. Sus ojos aguamarina siempre engastados en maquillaje oscuro casi parecen querer desaparecer de su rostro, como si la alegría de su brillo no fuese bienvenida en la austeridad de su seriedad y mal humor. Aunque es una muchacha atractiva y bien proporcionada, hace todo cuanto puede por asemejarse más a una sombra que a lo que una chica como ella se supone que debería ser. Tan sólo cuando actúa y se ve obligada a llevar su traje de lentejuelas y la purpurina puede apreciarse realmente la belleza y la delicadeza que se esconden bajo su perpetuo nublado.
Pasado: De familia humilde y sin muchas esperanzas de llegar a cumplir la mayoría de edad debido a su predisposición a todo tipo de enfermedades, Lisbeth hubo de marcharse de casa a una edad a la que la mayoría de las jóvenes aún no saben ni siquiera vestirse por sí mismas. En su caso, fue el miedo al concepto que su padre tenía de "amor paternal" lo que la obligó a huir para jamás regresar. Ingresó en el circo siendo aún una niña, apadrinada por el director Tarsem, quien la crió junto a Gabrielle como si fuesen hermanas. Muy pronto, Lisbeth se daría cuenta de que su nuevo "padre" tenía muy claro el lugar y, sobre todo, la preferencia que ambas ocupaban en su corazón; pero en lugar de convertir aquella situación en un drama la afrontó con estoicismo y prudente silencio. Realizando esfuerzos sobrehumanos logró prepararse para ser la Segunda Estrella del circo, acompañando al apuesto Tristán di Lucca, quien por entonces ya estaba consagrado como leyenda. La noche de su ansiado debut, justo cuando debía ejecutar su número especial, Lisbeth se desvaneció y cayó sin sentido sobre la pista, rompiéndose una pierna. La lesión no fue tan grave como para no volver a andar pero sí lo suficiente como para impedirle volver a subir al trapecio, lo que la llenó de amargura para el resto de su vida. El director Tarsem, procurando encontrar una ocupación que la retuviese en el circo, la animó a trabajar como ayudante del domador Cornelius Sankar, lo que no le resultó demasiado difícil habida cuenta del miedo que era capaz de provocar en las fieras con su sola mirada cargada de odio. Actualmente ésa sigue siendo su ocupación.
Personalidad: Lisbeth es fría hasta el paroxismo; casi tanto como distante, malhumorada, ácida y completamente insociable. En líneas generales la joven ayudante del domador y antigua trapecista del circo es una mujer que prefiere cuidar de sí misma antes que confiar en cualquier otra persona, por cercana que le resulte. Celosa de sus sentimientos y prácticamente incapaz de expresarlos de otra forma que no sea el odio o la envidia, Lisbeth ama desesperadamente a Tristán di Lucca, quien sólo la utiliza para desahogar con ella la frustración que éste siente por los continuos rechazos de Gabrielle. Ello provoca que sienta unos celos terribles por "Gighi", la mujer que le sustituyó en el amor de su padre adoptivo, en el de su Primera Estrella y, sobre todo, en el de su trapecio. Oscura y reservada, Lisbeth trata en todo momento de dejar clara su independencia, lo cual no se cansa de demostrar con el tímido y grandullón Cornelius Sankar, quien bebe los vientos por ella sin que ésta le preste la menor atención.
Sexo: Femenino
Edad: 24 años
Rango: Ayudante del domador (antigua Segunda Estrella)
Apariencia: Lisbeth refleja en su aspecto externo cuando guarda en su interior. Su melena negra recortada en capas a la altura del mentón no es más que un gesto de rebeldía ante las imposiciones de los cánones de estética de su mundo. Sus ojos aguamarina siempre engastados en maquillaje oscuro casi parecen querer desaparecer de su rostro, como si la alegría de su brillo no fuese bienvenida en la austeridad de su seriedad y mal humor. Aunque es una muchacha atractiva y bien proporcionada, hace todo cuanto puede por asemejarse más a una sombra que a lo que una chica como ella se supone que debería ser. Tan sólo cuando actúa y se ve obligada a llevar su traje de lentejuelas y la purpurina puede apreciarse realmente la belleza y la delicadeza que se esconden bajo su perpetuo nublado.
Pasado: De familia humilde y sin muchas esperanzas de llegar a cumplir la mayoría de edad debido a su predisposición a todo tipo de enfermedades, Lisbeth hubo de marcharse de casa a una edad a la que la mayoría de las jóvenes aún no saben ni siquiera vestirse por sí mismas. En su caso, fue el miedo al concepto que su padre tenía de "amor paternal" lo que la obligó a huir para jamás regresar. Ingresó en el circo siendo aún una niña, apadrinada por el director Tarsem, quien la crió junto a Gabrielle como si fuesen hermanas. Muy pronto, Lisbeth se daría cuenta de que su nuevo "padre" tenía muy claro el lugar y, sobre todo, la preferencia que ambas ocupaban en su corazón; pero en lugar de convertir aquella situación en un drama la afrontó con estoicismo y prudente silencio. Realizando esfuerzos sobrehumanos logró prepararse para ser la Segunda Estrella del circo, acompañando al apuesto Tristán di Lucca, quien por entonces ya estaba consagrado como leyenda. La noche de su ansiado debut, justo cuando debía ejecutar su número especial, Lisbeth se desvaneció y cayó sin sentido sobre la pista, rompiéndose una pierna. La lesión no fue tan grave como para no volver a andar pero sí lo suficiente como para impedirle volver a subir al trapecio, lo que la llenó de amargura para el resto de su vida. El director Tarsem, procurando encontrar una ocupación que la retuviese en el circo, la animó a trabajar como ayudante del domador Cornelius Sankar, lo que no le resultó demasiado difícil habida cuenta del miedo que era capaz de provocar en las fieras con su sola mirada cargada de odio. Actualmente ésa sigue siendo su ocupación.
Personalidad: Lisbeth es fría hasta el paroxismo; casi tanto como distante, malhumorada, ácida y completamente insociable. En líneas generales la joven ayudante del domador y antigua trapecista del circo es una mujer que prefiere cuidar de sí misma antes que confiar en cualquier otra persona, por cercana que le resulte. Celosa de sus sentimientos y prácticamente incapaz de expresarlos de otra forma que no sea el odio o la envidia, Lisbeth ama desesperadamente a Tristán di Lucca, quien sólo la utiliza para desahogar con ella la frustración que éste siente por los continuos rechazos de Gabrielle. Ello provoca que sienta unos celos terribles por "Gighi", la mujer que le sustituyó en el amor de su padre adoptivo, en el de su Primera Estrella y, sobre todo, en el de su trapecio. Oscura y reservada, Lisbeth trata en todo momento de dejar clara su independencia, lo cual no se cansa de demostrar con el tímido y grandullón Cornelius Sankar, quien bebe los vientos por ella sin que ésta le preste la menor atención.
~ Gabrielle - Segunda Estrella ~
Nombre: Gabrielle "Gighi"
Sexo: Femenino
Edad: 22 años
Rango: Segunda Estrella (trapecista)
Apariencia: Quien la ve cae irremisiblemente enamorado de ella. Esta muchacha es para todos una visión celestial que camina sobre la tierra y vuela bajo la carpa, saltando de trapecio en trapecio con gracia de cisne. Su cabello de oro entreverado de plata; sus labios de rubí finos como hojas de olivo; su piel tersa y brillante con una promesa de suavidad por la que merecería la pena perderlo todo... No faltan descripciones apasionadas de esta joven acróbata, pero ninguna llegaría hacer realmente justicia a la realidad de este ángel que contagia con su sonrisa la eterna felicidad a los corazones de cuantos la contemplan.
Pasado: Huérfana de nacimiento, prácticamente toda su vida ha transcurrido junto al director Tarsem, quien la acogió bajo su protección cuando no era más que una recién nacida y quien la introdujo en el universo circense a muy temprana edad. Creció en un mundo lleno de magia y espectáculo y rodeada por personajes pintorescos e irreales, con quien trabó sus primeras amistades y comenzó a trabajar haciendo sus primeros números. Muy pronto todos observaron que sus cualidades para la acrobacia eran más que excepcionales, por lo que el director Tarsem la animó a que entrenase para convertirse en una experta trapecista. En pocos años logró hacerse, por derecho propio, con su puesto como Segunda Estrella del circo, acompañando a Tristán y sustituyendo a Lisbeth. Su padre adoptivo ha guardado en secreto la verdad de su origen, ocultándole hasta el día de hoy su condición de princesa heredera del reino de Equorym.
Personalidad: Inocente, cándida y alegre como una adolescente despreocupada, Gabrielle, "Gighi" para sus amigos, es una jovencita dulce y atenta que siempre se muestra de buen humor y dispuesta a conseguir que los demás rían con ella. Aunque no es para nada ingenua -y su insaciable afán de curiosidad, que suele meterla en más de un buen lío, es prueba de ello- son muchos quienes la ven como no más que una "rubia tonta", que sólo tiene en el mundo una cara bonita para arreglarse la vida. Estos rumores provienen de la lengua viperina de Lisbeth, quien la envidia con toda su alma a pesar de que Gabrielle desea como nada en el mundo que ambas lleguen a ser amigas. Soporta como puede los acosos de Tristán con eduación y paciencia, pues le admira como profesional aunque no sienta nada por él. La persona más cercana a ella, además del director Tarsem -quien estaría dispuesto a consentirle hasta el más disparatado de sus caprichos- es la pequeña Kitsë, cuya compañía es una de las pocas en que se siente segura sin su amo. Su personalidad pacífica se ve, en ocasiones, trastornada por cambios repentinos que suceden tras episodios de violentas pesadillas en las que se enfrenta a oscuras imágenes de un pasado que no recuerda y que es prueba de su verdadero origen.
Sexo: Femenino
Edad: 22 años
Rango: Segunda Estrella (trapecista)
Apariencia: Quien la ve cae irremisiblemente enamorado de ella. Esta muchacha es para todos una visión celestial que camina sobre la tierra y vuela bajo la carpa, saltando de trapecio en trapecio con gracia de cisne. Su cabello de oro entreverado de plata; sus labios de rubí finos como hojas de olivo; su piel tersa y brillante con una promesa de suavidad por la que merecería la pena perderlo todo... No faltan descripciones apasionadas de esta joven acróbata, pero ninguna llegaría hacer realmente justicia a la realidad de este ángel que contagia con su sonrisa la eterna felicidad a los corazones de cuantos la contemplan.
Pasado: Huérfana de nacimiento, prácticamente toda su vida ha transcurrido junto al director Tarsem, quien la acogió bajo su protección cuando no era más que una recién nacida y quien la introdujo en el universo circense a muy temprana edad. Creció en un mundo lleno de magia y espectáculo y rodeada por personajes pintorescos e irreales, con quien trabó sus primeras amistades y comenzó a trabajar haciendo sus primeros números. Muy pronto todos observaron que sus cualidades para la acrobacia eran más que excepcionales, por lo que el director Tarsem la animó a que entrenase para convertirse en una experta trapecista. En pocos años logró hacerse, por derecho propio, con su puesto como Segunda Estrella del circo, acompañando a Tristán y sustituyendo a Lisbeth. Su padre adoptivo ha guardado en secreto la verdad de su origen, ocultándole hasta el día de hoy su condición de princesa heredera del reino de Equorym.
Personalidad: Inocente, cándida y alegre como una adolescente despreocupada, Gabrielle, "Gighi" para sus amigos, es una jovencita dulce y atenta que siempre se muestra de buen humor y dispuesta a conseguir que los demás rían con ella. Aunque no es para nada ingenua -y su insaciable afán de curiosidad, que suele meterla en más de un buen lío, es prueba de ello- son muchos quienes la ven como no más que una "rubia tonta", que sólo tiene en el mundo una cara bonita para arreglarse la vida. Estos rumores provienen de la lengua viperina de Lisbeth, quien la envidia con toda su alma a pesar de que Gabrielle desea como nada en el mundo que ambas lleguen a ser amigas. Soporta como puede los acosos de Tristán con eduación y paciencia, pues le admira como profesional aunque no sienta nada por él. La persona más cercana a ella, además del director Tarsem -quien estaría dispuesto a consentirle hasta el más disparatado de sus caprichos- es la pequeña Kitsë, cuya compañía es una de las pocas en que se siente segura sin su amo. Su personalidad pacífica se ve, en ocasiones, trastornada por cambios repentinos que suceden tras episodios de violentas pesadillas en las que se enfrenta a oscuras imágenes de un pasado que no recuerda y que es prueba de su verdadero origen.
~ Tristán di Lucca - Primera Estrella ~
Nombre: Tristán Emmanuel Ferraglioso di Lucca
Sexo: Masculino
Edad: 26 años
Rango: Primera Estrella (trapecista)
Apariencia: Se ha dejado llevar hasta tal punto por su obsesión por la forma física que, actualmente, su cuerpo es un mecanismo preciso de armonía acrobática, perfectamente preparado para afrontar retos circenses que para otros no son más que sueños imposibles. A su envidiable constitución deben sumarse unos arrebatadores ojos verdes, un cabello dorado como los rayos del sol y una sonrisa inmaculada que, en sus propias palabras, "es su mejor tarjeta de presentación". Fuerte, ágil e increíblemente flexible, Tristán es con total seguridad el mejor y má entrenado trapecista de todo el mundo.
Pasado: Cuarto hijo de un rico terrateniente aristócrata que hubo de labrarse el futuro por sus propios medios. Siendo su hermano mayor heredero de la fortuna familiar, el segundo militar de renombre y el tercero un miembro del alto clero, al menor de los Di Lucca, libre de presiones e incómodos compromisos familiares, sólo le restaba cerrar los ojos y posar el dedo sobre un lugar del mapa para empezar allí su nueva vida y brillar con luz propia. Sintiéndose fascinado desde pequeño por la legendaria figura de Eric F. Tarsem, al cumplir la mayoría de edad se despidió de sus padres y marchó decidido a presentarse ante él y hacer todo lo posible e imposible por emular a su ídolo trabajando como trapecista. No tardó mucho en conseguirlo y menos aún en ser reconocido como una verdadera estrella internacional del mundo del circo. Pese a la nobleza de sus blasones Tristán prefiere siempre hablar del futuro y de sus logros que recordar el pasado, como si un negro nubarrón oscureciese parte de una vida hacia la que no quiere volver la vista.
Personalidad: El perfecto "dandy" en toda la extensión de la palabra. Gentil, educado, caballeroso, galante con las mujeres y siempre distante con los hombres, a quienes no puede evitar ver como potenciales competidores que debe superar. Su mayor defecto -según los demás es su mayor virtud -según el mismo-: el orgullo, que con frecuencia tiende a convertirse en pura arrogancia cuando cualquier nimiedad le contraría. No tarda ni un segundo en sacar a relucir su condición de hijo de noble cuando discute con alguien, lo que suele ocurrir con más asiduidad de lo que su director y sus compañeros desearían. Empero su capacidad de trabajo es encomiable y su determinación es férrea hasta en la menos importante de sus tareas. Su único empeño es ganarse día a día la consideración y aprobación de su director, quien le trata con una especial severidad nada gratuita. Está prendado de la hermosa Gabrielle, su compañera de trapecio, a quien persigue con insistencia sin obtener a cambio nada más que el respeto y la devoción que ella le profesa como estrella del circo. Inconstante en las emociones, Tristán suele calmar su deseo con la joven Lisbeth, quien le ama sin ser correspondida.
Sexo: Masculino
Edad: 26 años
Rango: Primera Estrella (trapecista)
Apariencia: Se ha dejado llevar hasta tal punto por su obsesión por la forma física que, actualmente, su cuerpo es un mecanismo preciso de armonía acrobática, perfectamente preparado para afrontar retos circenses que para otros no son más que sueños imposibles. A su envidiable constitución deben sumarse unos arrebatadores ojos verdes, un cabello dorado como los rayos del sol y una sonrisa inmaculada que, en sus propias palabras, "es su mejor tarjeta de presentación". Fuerte, ágil e increíblemente flexible, Tristán es con total seguridad el mejor y má entrenado trapecista de todo el mundo.
Pasado: Cuarto hijo de un rico terrateniente aristócrata que hubo de labrarse el futuro por sus propios medios. Siendo su hermano mayor heredero de la fortuna familiar, el segundo militar de renombre y el tercero un miembro del alto clero, al menor de los Di Lucca, libre de presiones e incómodos compromisos familiares, sólo le restaba cerrar los ojos y posar el dedo sobre un lugar del mapa para empezar allí su nueva vida y brillar con luz propia. Sintiéndose fascinado desde pequeño por la legendaria figura de Eric F. Tarsem, al cumplir la mayoría de edad se despidió de sus padres y marchó decidido a presentarse ante él y hacer todo lo posible e imposible por emular a su ídolo trabajando como trapecista. No tardó mucho en conseguirlo y menos aún en ser reconocido como una verdadera estrella internacional del mundo del circo. Pese a la nobleza de sus blasones Tristán prefiere siempre hablar del futuro y de sus logros que recordar el pasado, como si un negro nubarrón oscureciese parte de una vida hacia la que no quiere volver la vista.
Personalidad: El perfecto "dandy" en toda la extensión de la palabra. Gentil, educado, caballeroso, galante con las mujeres y siempre distante con los hombres, a quienes no puede evitar ver como potenciales competidores que debe superar. Su mayor defecto -según los demás es su mayor virtud -según el mismo-: el orgullo, que con frecuencia tiende a convertirse en pura arrogancia cuando cualquier nimiedad le contraría. No tarda ni un segundo en sacar a relucir su condición de hijo de noble cuando discute con alguien, lo que suele ocurrir con más asiduidad de lo que su director y sus compañeros desearían. Empero su capacidad de trabajo es encomiable y su determinación es férrea hasta en la menos importante de sus tareas. Su único empeño es ganarse día a día la consideración y aprobación de su director, quien le trata con una especial severidad nada gratuita. Está prendado de la hermosa Gabrielle, su compañera de trapecio, a quien persigue con insistencia sin obtener a cambio nada más que el respeto y la devoción que ella le profesa como estrella del circo. Inconstante en las emociones, Tristán suele calmar su deseo con la joven Lisbeth, quien le ama sin ser correspondida.
~ Kitsë - Payaso ~
Nombre: Kitsë
Sexo: Femenino
Edad: 17 años (aparente)
Rango: Payaso (ocasionalmente, acompañando a Scorzo)
Apariencia: Kitsë es una niña preciosa con aspecto de preciosa muñeca de porcelana: tan blanca y delicada como lo son éstas; tanto que casi pareciera que su frágil cuerpecito podría hacerse añicos con una simple caída o un tropiezo. Es bajita, demasiado incluso para su edad, y el hábito de caminar siempre a pasitos cortos y con la cabeza gacha no hace más que afianzar en los demás la creencia de que se trata de una pequeña de apenas diez años. Lleva el cabello largo recogido en una trenza espesa, tan negra que casi parece reflejar un brillo azul. Su rasgo físico más caracterísco son sus manos, cuyas uñas afiladas están esculpidas en puro nácar; particularidad que aprovecha para entretenerse haciendo dibujos sobre la arena.
Pasado: Llegó al circo en el carro del arlequín Scorzo, a quien sirve como criada y utillera, sin que nadie sepa realmente quién es o de dónde procede. Hay que asegura que es la hija bastarda de su señor; otros, más atrevidos, afirman que es su amante, aunque nadie sabe nada a ciencia cierta. Lo único seguro es que, pase lo que pase, ella siempre se mantendrá a su lado, inseparable ante cualquier circunstancia.
Personalidad: La timidez personificada; o, quizás, simplemente es mero desinterés hacia un mundo que apenas le interesa lo suficiente para preocuparse por el bienestar y la felicidad de su amo, cuya imposibilidad de sonreír constituye para ella el mayor de los tormentos y también, su único objetivo. La mayor parte del tiempo prefiere pasar desapercibida, evitando relacionarse con nadie a menos que sea estrictamente necesario o así se lo hayan ordenado. Aunque puede mostrarse muy dulce con quien la trata bien, Kitsë reserva toda su amabilidad y delicadeza para su señor, a quien sirve con eficacia y diligencia; es usual encontrarla remendando las ropas del arlequín o confeccionando nuevos trajes, demostrando su increíble soltura con la aguja y el hilo. Lo que probablemente más llame la atención de esta jovencita es su caminar pausado y comtemplativo, abrazada siempre y en todo momento a un peluche sin cabeza que cuida como su mayor tesoro.
Sexo: Femenino
Edad: 17 años (aparente)
Rango: Payaso (ocasionalmente, acompañando a Scorzo)
Apariencia: Kitsë es una niña preciosa con aspecto de preciosa muñeca de porcelana: tan blanca y delicada como lo son éstas; tanto que casi pareciera que su frágil cuerpecito podría hacerse añicos con una simple caída o un tropiezo. Es bajita, demasiado incluso para su edad, y el hábito de caminar siempre a pasitos cortos y con la cabeza gacha no hace más que afianzar en los demás la creencia de que se trata de una pequeña de apenas diez años. Lleva el cabello largo recogido en una trenza espesa, tan negra que casi parece reflejar un brillo azul. Su rasgo físico más caracterísco son sus manos, cuyas uñas afiladas están esculpidas en puro nácar; particularidad que aprovecha para entretenerse haciendo dibujos sobre la arena.
Pasado: Llegó al circo en el carro del arlequín Scorzo, a quien sirve como criada y utillera, sin que nadie sepa realmente quién es o de dónde procede. Hay que asegura que es la hija bastarda de su señor; otros, más atrevidos, afirman que es su amante, aunque nadie sabe nada a ciencia cierta. Lo único seguro es que, pase lo que pase, ella siempre se mantendrá a su lado, inseparable ante cualquier circunstancia.
Personalidad: La timidez personificada; o, quizás, simplemente es mero desinterés hacia un mundo que apenas le interesa lo suficiente para preocuparse por el bienestar y la felicidad de su amo, cuya imposibilidad de sonreír constituye para ella el mayor de los tormentos y también, su único objetivo. La mayor parte del tiempo prefiere pasar desapercibida, evitando relacionarse con nadie a menos que sea estrictamente necesario o así se lo hayan ordenado. Aunque puede mostrarse muy dulce con quien la trata bien, Kitsë reserva toda su amabilidad y delicadeza para su señor, a quien sirve con eficacia y diligencia; es usual encontrarla remendando las ropas del arlequín o confeccionando nuevos trajes, demostrando su increíble soltura con la aguja y el hilo. Lo que probablemente más llame la atención de esta jovencita es su caminar pausado y comtemplativo, abrazada siempre y en todo momento a un peluche sin cabeza que cuida como su mayor tesoro.
~ Scorzo - Arlequín ~
Nombre: Scorzo (nombre real desconocido)
Sexo: Masculino
Edad: 30 años (aparente)
Rango: Arlequín
Apariencia: Podría describírsele fácilmente como un "niño grande": no demasiado alto, esbelto como una jovencita pero aún así fuerte, de cabello lacio y espeso, largo hasta los hombros; labios finos, piel rosada libre de arrugas y unos ojos que, en un profundidad y misterio azulado, son la única seña que revela su verdadera edad y, tal vez, su auténtica condición. Aunque bastante agraciado para los cánones de belleza de su tiempo, lo cierto es que sus rasgos rara vez pueden ser apreciados claramente bajo las capas de maquillaje que emplea para su caracterización antes de salir a la pista.
Pasado: Poco se sabe de él antes de llegar una mañana al circo conduciendo su carromato de colores, cargando consigo todo lo poco -o lo mucho- que le importaba en el mundo. La mayoría de quienes intuyen que guarda un tenebroso secreto puede que no estén muy desencaminados; no obstante, a pesar de la ironía, nadie osaría nunca hacer bromas al respecto estando en su presencia.
Personalidad: Es el mejor ejemplo de la profesionalidad del actor. Cumple escrupulosamente con su trabajo como arlequín en el circo, donde ha demostrado con creces que ha nacido para ese puesto eliminando casi por completo a toda su competencia, pues el público sólo tiene ojos y atención para su arte cuando interpreta. Fuera de escena, como su director, es un hombre completamente reservado y frío que no tiene ni pretende hacer amistad alguna ni siquiera con sus propios compañeros de trabajo, quienes le respetan casi tanto como le "temen". Las únicas personas con quienes habla con regularidad es con el director Tarsem, como su superior jerárquico, y con Kitsë, su pupila. Ambos viven en el carromato, aislados del resto de grupo que duerme en los barracones de la gran carpa.
Sexo: Masculino
Edad: 30 años (aparente)
Rango: Arlequín
Apariencia: Podría describírsele fácilmente como un "niño grande": no demasiado alto, esbelto como una jovencita pero aún así fuerte, de cabello lacio y espeso, largo hasta los hombros; labios finos, piel rosada libre de arrugas y unos ojos que, en un profundidad y misterio azulado, son la única seña que revela su verdadera edad y, tal vez, su auténtica condición. Aunque bastante agraciado para los cánones de belleza de su tiempo, lo cierto es que sus rasgos rara vez pueden ser apreciados claramente bajo las capas de maquillaje que emplea para su caracterización antes de salir a la pista.
Pasado: Poco se sabe de él antes de llegar una mañana al circo conduciendo su carromato de colores, cargando consigo todo lo poco -o lo mucho- que le importaba en el mundo. La mayoría de quienes intuyen que guarda un tenebroso secreto puede que no estén muy desencaminados; no obstante, a pesar de la ironía, nadie osaría nunca hacer bromas al respecto estando en su presencia.
Personalidad: Es el mejor ejemplo de la profesionalidad del actor. Cumple escrupulosamente con su trabajo como arlequín en el circo, donde ha demostrado con creces que ha nacido para ese puesto eliminando casi por completo a toda su competencia, pues el público sólo tiene ojos y atención para su arte cuando interpreta. Fuera de escena, como su director, es un hombre completamente reservado y frío que no tiene ni pretende hacer amistad alguna ni siquiera con sus propios compañeros de trabajo, quienes le respetan casi tanto como le "temen". Las únicas personas con quienes habla con regularidad es con el director Tarsem, como su superior jerárquico, y con Kitsë, su pupila. Ambos viven en el carromato, aislados del resto de grupo que duerme en los barracones de la gran carpa.
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